ENTREVISTA | Ramón Bolotín: «La soya, esperanza del agro en Venezuela»

El ingeniero Ramón Bolotín, quien lidera un movimiento nacional para promover la siembra de este rubro, conversó con Vida Agro.


Milagros Palomares / Fotografías @Konukito

Combatiendo las más difíciles plagas del campo: escasez de insumos, combustible y apoyo financiero, los agricultores venezolanos se niegan a bajar los brazos. La semana del 28 septiembre al 4 octubre arrancó simultáneamente en los estados Portuguesa, Anzoátegui y Monagas la cosecha nacional de soya, ciclo invierno 2020.

La semana del 28 septiembre al 4 octubre arrancó simultáneamente en los estados Portuguesa, Anzoátegui y Monagas la cosecha nacional de soya, ciclo invierno 2020.

En entrevista con Vida Agro, el ingeniero Ramón Bolotín, directivo de Fedeagro y productor en la colonia agrícola de Turén, explicó las bondades de este cultivo que bien podría ser el punto de partida para recuperar la agricultura en el país.

 

 

En estos momentos cuando el agro en Venezuela está gravemente afectado por la escasez de combustible y otros insumos necesarios para atender las fincas, ¿por qué apostar por el cultivo de soya?

A primera vista pareciera que esta situación afecta por igual a todos los cultivos, pero en la práctica no es así. En el caso de soya, los requerimientos de los fertilizantes son muchísimo menores que en el de los cereales. Con la soya se da la fertilización biológica, a través de una bacteria en las raíces. Este cultivo no requiere reabono con úrea porque a través de sus raíces absorbe el nitrógeno de la atmósfera, se lo cede a la planta y es autosuficiente en nitrógeno.

Además ayuda a explorar más los suelos, hace que el cultivo sea más eficiente que el de los cereales. Por ejemplo, cuando en cultivos como maíz y arroz se necesitan 400 kilos de fórmula por hectárea, la soya requiere 250 kilos para expresar su máximo potencial. Adicionalmente se necesitaría 400 kilos de úrea, en cambio con la soya no.

Este ahorro de fertilizante es muy importante en Venezuela, sobre todo con los problemas de escasez, ya que hay que importarlos en divisa extranjera. Por eso la soya es más competitiva en estos momentos de crisis.

 

¿Qué ventajas supone para un productor agrícola dedicarse a la siembra de soya?
La agricultura en Venezuela cambió y cambió para siempre. Ahora nos toca ser más eficientes y competir contra las importaciones subsidiadas. Los agricultores no tenemos ningún tipo de protección arancelaria, más bien los insumos están horrorosamente caros. Los agroquímicos los compramos con sobreprecio, ni hablar del tema de los repuestos y la falta de combustible.

El hecho de que ahora se tenga un cultivo para rotar es fundamental. Cuando se hace monocultivo, que se siembra siempre maíz sobre maíz, arroz sobre arroz, a la larga hay problemas de plagas y enfermedades. En cambio cuando se alterna una gramínea con una leguminosa (un año maíz y otro año soya) se logra romper con las plagas y enfermedades y se consigue un manejo integral de todo el circuito que nos hará más eficientes. A la final se utilizan menos insumos y se es más competitivo.

 

Esta semana arrancó simultáneamente en varios estados la cosecha nacional de soya ¿Qué expectativas tienen de producción?¿Cuál es el rendimiento estimado por hectárea sembrada?

Estamos mejorando los rendimientos, el año pasado estábamos en 1.500 kilos por hectáreas, este año vamos por 2.000 y en algunos lotes llegaremos a los 3.000 kilos por hectárea. Aún están aprendiendo sobre el cultivo. Hay que acostumbrarse al manejo biológico de la fertilización, sin embargo, hay limitaciones porque son productos biológicos que necesitan una cadena de frío. No la tenemos muy fácil.

A través de la Ruta de la Soya en Venezuela, un movimiento nacional, se están impartiendo estos conocimientos, para que todos los agricultores conozcan el proceso para que lo apliquen en sus suelos. No hay una receta única, cada región tiene sus consideraciones geográficas especiales. Tenemos tres grandes regiones donde se puede cultivar este rubro: Los llanos occidentales (Barinas, Portuguesa y Cojedes), los llanos centrales (Guárico), los llanos orientales: (Anzoátegui, Monagas y Bolívar), cada región tiene sus características, fechas de siembra diferentes, por lo cual necesitan paquetes y materiales distintos.

 


¿La soya cultivada en Venezuela sólo servirá para hacer biodiesel para la agroindustria o se conseguirá en aceite vegetal y otros productos para el consumo humano?

El biodiesel es la última aplicación que le daríamos a la soya. Del grano de soya salen dos productos básicamente: la harina de soya, que es el principal ingrediente de los alimentos balanceados junto con el maíz; el aceite crudo que tiene dos usos: consumo humano o biodiesel. Todavía no está planteado utilizarlo como combustible, es una posibilidad futura.

Ahorita estamos pagando la gasolina a 2 y 3 dólares el litro, el diésel está más económico. Pero si la escasez sigue, en ese caso, el aceite de soya podría sustituir el diesel.

Cuando la escasez de combustible apriete, los agricultores podríamos utilizar el biodisel de soya para seguir produciendo y sembrando. Así generaríamos más alimentos y más aceite para consumo humano. Es una posibilidad que está a la vuelta de la esquina, ya que hay una escasez grave para cosechar esta soya.


Hay productores muy optimistas que consideran el cultivo de soya como una salvación de la agricultura en Venezuela. ¿Es realmente así?
La soya es el cultivo que prácticamente sacó a Brasil de la miseria. Es el rubro que más exportan los argentinos. Donde llega la soya ha demostrado que ha levantado la economía de los países y Venezuela no tendría que ser la excepción. La importamos en un 99%, por eso tenemos un mercado muy grande internamente, es decir, potencial para el consumo interno, no tenemos que salir a competir afuera.

En un momento Venezuela necesitó sembrar 1 millón 400 mil toneladas para sus alimentos balanceados. Sembrar casi un millón de hectáreas, ahorita estamos en un nivel de 20 mil hectáreas. Tenemos suficiente espacio para crecer, lógicamente hay que desarrollar las tierras e invertir en maquinaria.

Los agricultores tienen tantas esperanzas, a pesar de que la capacidad de consumo de los venezolanos está muy diezmada, pero en algún momento tiene que recuperarse. Y Venezuela tiene que suplir esas necesidades desde el campo.

¿Cuáles son las características y qué mensaje da un #TercodeCampo en Venezuela?

La principal plaga que ha tenido el campo venezolano ha sido las malas políticas de los gobiernos de turno. Al campo le han caído las plagas blancas, verdes, coloradas y ahorita las rojas. Las malas políticas y decisiones han perjudicado mucho.

Turén, el granero de Venezuela fundado en los años 50, ha resistido todos los malos gobiernos y esta vez no será la excepción. Por eso decimos que somos Tercos del Campo Venezuela, aquí estamos, aquí nos quedamos y aquí sobrevivimos.

El apego a la tierra de estos agricultores de nacimiento, ya van tres y viene la cuarta generación de agricultores formados en estas tierras. Turén se formó con un crisol de nacionalidades: venezolanos con españoles, alemanes, italianos, que lo hace prácticamente inmune a tirarse al piso y entregarse.

Esa gente trabaja hasta lo último, aprendido que con tecnología y apego hemos sobrevivido. Lamentablemente estamos sembrando la quinta parte de lo que podemos, es mucho lo que se ha dejado de sembrar por falta de insumos. Tenemos mucha fe en una pronta recuperación.

 

DE INTERÉS

Para cosechar y almacenar la producción de una hectárea de soya se necesitan 44 lts de gasoil:

– 20 lts/ha gasoil máquina cosechadora.

– 6 lts/ha gasoil acarreo interno en campo.

– 2 lts/ha gasoil flete a planta receptora.

– 16 lts/ha gasoil secado grano en planta.

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